Un gallo, conocido
por su presunción, va a las bodas del tío Perico.
Nada más
salir de su casa se mancha el pico y, para no ensuciarse las plumas, pide ayuda
a una malva.
Esta se
niega porque él suele pisotearla, así que el gallo pide a una oveja que se coma
a la flor por no haberle ayudado.
La oveja se
niega y el gallo recurre al lobo para que se coma a la oveja, al palo para que
le pegue al lobo, al fuego para que queme el palo, al agua para que apague el
fuego y a la vaca para que se beba el agua.
Cuando por
fin consigue que le ayuden y llega a las bodas, descubre estupefacto que lo han
invitado porque él es el plato principal del banquete.
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